hemos subido a garraf. en la terraza de plana novella me he tomado un café mirando la hilera de tilos mullidos, verdes a rabiar. he leído un rato uno de los libros de yaiza martínez que nos pasó antonio r., agua. el primer verso del poema que encabeza el libro es: qué bien se está a la sombra de los grandes árboles. después de comer se iba yendo la gente con alguna prisa -como solemos ir-. casi lo he agradecido. en un rato me he quedado sólo, mirando hacia arriba las ramas cargadas de luz, los pájaros atrás, la estupa blanca, el monte claro al fondo. ese lugar invita a dejarse llevar por la calma. por ningún motivo especial, sencillamente por dónde está situado. arriba. afuera. aislado. el sol rebotaba por todas partes. junto a la pared dos gatos descansaban de forma egipcia. luego se movían a la vez, giraban la cabeza al mismo tiempo. captaban cómo la tarde ha ido parándose casi sin darme cuenta.
0000
pepe
No hay comentarios:
Publicar un comentario