a mi sobrino pablo le gusta esta canción. hacía que yo la escuchara. una vez. otra. otra. así que hoy tengo esta cantinela adentro. y no me preocupa. no sé explicar qué algo parecido al orgullo siento. claro que sí, pablete.
òscar
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2 comentarios:
Los niños tienen esa capacidad de brasa - de dar la brasa y dejar la brasa-. Es la incandescencia, te contagian del presente. Y las cosas absurdas que les gustan te parecen ellos mismos, por la intensidad con que les viste vivirlas. No los envidio porque lo sé, que volveré. Aunque aún no sé cómo ni cuando. Miro desde lejos, por un agujerito a alguien que da un paseo. Todavía estoy aquí, queda mucho por envejecer. Todo el mundo que conocí ha vuelto.
bellas palabras.
irse como vinimos. esa vuelta.
muchas gracias. todo es fascinante. lo peor que le puede pasar a uno esunamaneradehablar es que la vida le parezca semifascinante, como a la mayoría de adultos.
y pensar que hay tantas cosas con fondo...
muchas gracias,
besos,
òscar.
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