viernes. cansado. la mirada. el cuerpo. quedo con Stella. llevamos unas semanas viéndonos después de mi biblioteca, después de su tienda. Xavi juega a fútbol. no sabe lo que hace dejándonos solos.
recogo a Stella. antes llamo a Juan de Dios García. le digo que es un poeta de categoría. que nos gusta como escribe. es verdad. me cuenta sus andanzas poéticas. sus correrías con Margarit, con Aurora Luque. me alegro por él. es un gran tipo.
también hablo con Carmen Camacho. acompañado siempre por Stella. hablamos de sus cosas. no para. de las mías. yo voy más parado. de nuestro primo. a Ventu lo queremos mucho. junto a Carmen, enmedio de un bar ruidoso, está su compañero Pepe, y el gran Benito del Pliego, que visita Sevilla. no es tonto. el domingo estará en la Feria del Libro de Madrid.
cuelgo. y Stella sigue ahí. y un par de claras bien frías. y nuestra bravas. que no falten los chocos. hablamos. miedos. risas. su tía. mis dudas. Xavi y sus cuadros, que son míos también.
el viernes por la tarde se está convirtiendo en el mejor momento de la semana. al margen de los interminables jueves nocturnos en que quedamos Stella, Xavi y yo, y nos echan de los bares de amigos y conocidos.
con Stella no bordeo las esquinas. con Xavi tampoco. soy con ellos. en las fotos me escondo. en ciertos momentos, con otra gente, me extravío. en los poemas soy yo. con ellos -con los soperos también- soy el poema, el poeta, en mayúsculas, con la mínima pretensión, con todo lo bueno, con todos los desprendimientos. me acerco a ese estado de poesía que me enseñaron los Itinerantes, nuestra Carmen Camacho. con ellos todo se remueve y acaba por escribirse, por vivirse.
mariano
recogo a Stella. antes llamo a Juan de Dios García. le digo que es un poeta de categoría. que nos gusta como escribe. es verdad. me cuenta sus andanzas poéticas. sus correrías con Margarit, con Aurora Luque. me alegro por él. es un gran tipo.
también hablo con Carmen Camacho. acompañado siempre por Stella. hablamos de sus cosas. no para. de las mías. yo voy más parado. de nuestro primo. a Ventu lo queremos mucho. junto a Carmen, enmedio de un bar ruidoso, está su compañero Pepe, y el gran Benito del Pliego, que visita Sevilla. no es tonto. el domingo estará en la Feria del Libro de Madrid.
cuelgo. y Stella sigue ahí. y un par de claras bien frías. y nuestra bravas. que no falten los chocos. hablamos. miedos. risas. su tía. mis dudas. Xavi y sus cuadros, que son míos también.
el viernes por la tarde se está convirtiendo en el mejor momento de la semana. al margen de los interminables jueves nocturnos en que quedamos Stella, Xavi y yo, y nos echan de los bares de amigos y conocidos.
con Stella no bordeo las esquinas. con Xavi tampoco. soy con ellos. en las fotos me escondo. en ciertos momentos, con otra gente, me extravío. en los poemas soy yo. con ellos -con los soperos también- soy el poema, el poeta, en mayúsculas, con la mínima pretensión, con todo lo bueno, con todos los desprendimientos. me acerco a ese estado de poesía que me enseñaron los Itinerantes, nuestra Carmen Camacho. con ellos todo se remueve y acaba por escribirse, por vivirse.
mariano
3 comentarios:
mariano, tío lujoso!
joder, estás en vena poética.
besazos
de
tu
pepito
y
de
tu
òscarito.
lo leo junto a ti, en la biblioteca, uno frente al otro y solo se me ocurre sonreirte y levantarte el dedo en señal de ok, ahora mismo no se hacerlo de otra manera, leerlo junto a ti es diferente...
hasta el próximo viernes, pero sabes que me toca hamburguesa
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