dos palomas en el imbricado cablerío de la vieja instalación eléctrica que atraviesa, como un río cansado, toda mi calle. ahí están, felices, picoteando hilos quién sabe si para anidar aquí o en otro sitio cercano. briznas de luz. los polluelos de las palomas nacen color pollo, amarillos. me apasiona todo esto. no, aquí no anidarán. sólo juegan.
òscar
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