dos poemas que escribí en la mesa de la radio

una granada
su espoleta
un solo sol
rasguña el pájaro
todo cuanto es celeste
mi mano coge
un palito
y decide no echarlo al río
porque hoy no podemos perder

la granada
por ahora
sólo es fruta.

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no me rasgo las vestiduras
soy un niño
con patas de alambre
y cuatro pelos
aunque la verdadera
historia de esto que cuento
es que este niño
una vez guardó en una cajita
un pelo negro de pubis
pero no piensen ni mal ni bien
sólo crean lo que digo
que era de una rana
de tanto esperar / el pelo / dijo.

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òscar