ayer marta recordó con palabras e imágenes la presentación de este libro en zeta, con antonio y con ella, con carmen parís y otros amigos a finales de los 80; curiosa la memoria cuando rebrota también con la conversación que salta de aquí para allá, como si fuera el mirlo. he rescatado la novela -que no he leído- de la estantería, regalo de mi hermano en el 91, y la guardo para el verano como recomendación imprevista y cordial de marta.
ooooo
pepe
1 comentario:
Pepe, hay que leerla a pequeñas diócesis y si se puede un poquito en voz alta. Encontrarás frases largas y hermosas y un mundo de esperanzada tristeza y grisura.
Antuan.
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