ayer hablé con víktor gómez. un gusto, como siempre. es un sabio. he conseguido engancharme -cosa nada difícil- a su blog, que visitaba asiduamente, pero ya he pasado a la fase ultra de pasarme cada día por allí.
así, en silencio, en el trabajo, tecleo la dirección de su blog. al abrir la página, la carcajada que suelto tiene límites difícilmente asumibles por el oído humano.
no es un gran descubrimiento, pero con pepe y òscar siempre comentamos que el humor es un signo de inteligencia terriblemente significativo.
víktor, te queremos
6 comentarios:
¡Bien por el velociraptor!
Bien por Víktor, bien.
ja,ja,ja,ja,jajajá
El humor nos salva y puede que
hasta nos haga libres.
Un saludo Sopa
No sé si un velociraptor, pero desde luego es un "bisharraco" este Víktor.
cómo me gusta leer esta entrada con las entrañas y también vuestros comentarios, de la misma naturaleza.
besos,
òscar.
Wooowh, que güeno !!
Nunca pensé que un guiñó
surtiera tanto efecto en
los sagaces y en las vivaces
en los cultos y en las ocultas
mentes voraces que en el ciberespacio proyectan sus vuelos
y vuelaplumas con tanta pericia
como complicidad.
Pues nada, encantado de propiciar
estos momentos distendidos
y no por alimentar la leyenda
he de decir que ese lugar está
entre Sevilla y Cadiz, tiene un clima perfecto, una gente irreal, un vino glorioso, unas caballadas espectaculares y un Velocireptor único e imprevisible. Y un criador,
Caaaalo, que sabe muchísimo de aves, pájaros, dinos y dinios...
Y una mujer que es un ángel
y un amig/Oso astur que escancia
sidra como nadie y recita a Miguel
Hernández, Beckett o Gamoneda boca a abajo y de cúbito supino.
Hale, qué ustedes lo pasen bien.
Abrassos y versos
Vík
jesús maría y josé!
ò.
es que una cosa asín...donde iba a ser si no?
qué arte, colegas!
pepe
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