me interrumpo bien

estoy viendo el bosque del luto, me la pasó nuestro amigo antonio r. (esta mañana recibí un mail suyo de esos de emocionarse). suena el teléfono. le doy a pause.

es antonio ezpeleta. hablamos de esto y de lo otro.

es muy difícil que me explique bien en esta entrada. salgo a la terraza y hago la fotografía que acompaña este texto.

ahora hablo de dolor.

cuando fabi no está, me duele. la echo de menos. es un dolor de entrenamiento. está conmigo. es un no-dolor. ella ahora está en castelldefels con su prima preparando unos disfraces de carnaval para sus sobrinos. irán de saturnos.

la gata. la película. murió la gata. ese dolor. ausencia. la ausencia. me fijo en la planta de la foto. es un brote espontáneo que me dio mucha felicidad. murió. cubrió su etapa. queda como queda tiza. proyecta sombra su luz, como tiza. la gata ilumina un dolor mágico. no es dolor, no puede ser dolor.

gozar la ausencia.

habitar eso. comprender.

los vivos son los muertos por la simple razón que son más y a ver dónde caben. la ausencia es un no-espacio. no hay ausencia. tengo a la gata todos los días. afuera. no sé dónde está. hablo con ella a través de mí. hablo con su luz.

la peli, por ahora, va de eso. digo yo.

voy a seguir.

gracias a antonio r., a antonio e., a fabi, a tiza, a ti...

creo que este es un texto que no necesita entenderse.

òscar

(no arrancaré la planta)