
he ido a ver a òscar al dalí. a oir cómo les eriza a treintaytantos muchachos y muchachas los bajos con la poesía, sólo haciendo tres preguntas escritas en la pizarra y contagiándoles luego el virus con una historia de arqueros chinos y un poema de mario benedetti. los chicas estaban más atentas que los chicos. es lo que tiene. y creo que ellos, más los invitados que estábamos allí hemos disfrutado con esa mezcla de juego y seriedad, paseo natural y palabra directa a todas nuestras tripas, incuyendo a esa que tenemos dentro del cráneo y que hemos dado en llamar -metafóricamente- cerebro.
pepep
pepe
1 comentario:
gracias, amigo!. muchas, siempre.
òscar.
* y a mariano, que aunque estuviera trabajando estaba conmigo.
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