carrefú

carrefú con encarna y miguel tan contento con su regalo. los pasillos con la voz de mariano en el móvil, contándonos lo visto y empleado en seguir y en creer lo que estamos haciendo. veroír conversaciones sueltas o caídas, palabras silenciosas ante las estanterías insondables. la mujer mayor rubia y digna con el chándal morado y las botas blancas hasta la rodilla y los anillos y todo el pintalabios. afuera la calle mojándose ella sola sin lluvia. la placidez de la noche de un martes de invierno a las ocho pasadas. las gotas pegadas al cristal como burbujas brillantes bajo las farolas. ésas, las naranjas y lánguidas de las ciudades, calles, párquins, que aún nos protegen para no perdernos. el movimiento lentísimo de los carros sobre el asfalto húmedo. la salida de atrás de la autovía, faros, balizas rojas, blancas. dosmilocho. número y palabra y vuelo de horas incandescentes con nombre de lugar y de persona, o al revés: córdoba, alamús, granada, sevilla, prat, cartagena, madrid. volver. carmen, ventura, eli, mario, pepe. david, celia. stella, xavi. juande, zoraida, luis, ester. eugenio, iván, lucía. antonio. fabi. òscar. nombre, verbo y volver. estar. aquí, donde podemos inventar una conversación silenciosa que diga. donde paramos cada noche, haya armonía o no en la gota que suena en el patio de luces al llegar a la casa, en la música nueva, en los coches que pasan. pasar. mirar pasar el tiempo y el agua bajo el puente.

pepe

pepe