tarde de frío y noviembre, en casa, preparando papeles y equipaje para viajar, mirando la ventana, los aviones que salen como chispas que quieren competir con venus, la primera, alta a esta hora sobre el mundo naranja, silencioso. calle quieta después de la salida del colegio de enfrente, el primer colegio del prat, de la república, 1935, con las marcas de la luz nocturna ahora a las 6 de la tarde, y con la expectativa de volver mañana a una ciudad que reconozco sin pensar, porque he vivido allí, he llegado también en otros inviernos adelantados como éste, conozco su aire, agua, calles, esquinas, bares recorridos,y ese cielo tan claro. sin pensarla, sólo sentida con los tiras y aflojas del corazón porque al fin y al cabo es una de las ciudades que me importan.
pepe
pepe
1 comentario:
Hermosa prosa inspira hacer maletas.
Un saludo
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