
Montaigne dijo en sus Ensayos que el hombre es "un objeto extraordinariamente vano, diverso y fluctuante". Su yo no es rígido, se transforma, se mueve a oleadas. Y Ondulaciones es el título que José-Miguel Ullán ha elegido para reunir su obra poética. Nada está fijo en el hombre, nada es una sola cosa. Somos al tiempo el perverso y el candoroso, el rico Epulón y el pobre Lázaro, la oscuridad y el candil. Lo que somos hoy no se confunde con lo que fuimos ayer, pues nuestra experiencia se modifica sin descanso. El poeta, como la dama del tapiz, no sabe en realidad quién es ni lo que quiere. Por eso su tienda no puede ser un lugar de solemnidad, sino irónico. "Benditas sean las cosas que llegan siempre tarde", escribe Ullán. La poesía es la historia del que espera algo que no puede ser dicho de una sola manera. Algo que es disparatado y familiar, impredecible y cercano, procaz e inocente a la vez: como el unicornio. "Lágrimas negras / en un tubo vertía / mosquitas muertas".
Gustavo Martín-Garzo, Para llegar a José Miguel Ullán
pepe
2 comentarios:
Ullán, a la caza de los grandes premios. Y sabe lanzar la caña alimentándola con buen cebo...
así será, amic...
pepe
Publicar un comentario