miércoles, 16 de julio de 2008:
el viaje bien. cargados hasta las trancas. los dos coches. por ahora,nueve personas. el sábado llegan los demás. la gata está perfecta. escribo cuando la casa todavía duerme. jugamos a todo. agua, caminar, todo, saber pausarse... aquí, ahora, fresco, riegan con mierda, aquí saben lo que vale una buena mierda... como mi hermano duerme y el "escritorio movistar" de la conexión a internet me pide su pin, esto que lees lo he escrito a las 7:35 de la mañana, en el programa "notas adhesivas" de mi ordenador. cuando se levante le pido el código y en paz... estuvimos largo rato jugando a los árboles. se levanta mamá. "ya desayuné", "¿cómo has dormido?". me cuenta que como le "tocó" dormir en otra habitación distinta a la habitual (por razones de espacio y cortesía), por la noche fue al baño y no quiso encender las luces "para no molestar", al salir, en lugar de volver al cuarto, entró en la pequeña habitación que hace las veces de trastero, a tientas, palpando extrañezas, las suyas, las del sueño, hasta que se percató del giro equivocado de sus pies en la noche... yo vengo de caminar junto al canal, entre frutales, yo no sé si lo seré o no, no me importa mucho, pero me hace gracia pensar que soy la pera, no muy distinto a ellas o a las manzanas...
jueves, 17 de julio de 2008:
me hizo muchísima ilusión hablar con mariano y con pepe en el programa. finalmente la conexión fue posible... por aquí, todos estamos de acuerdo, el tiempo se dilata. dura mucho más que en la ciudad. o, para mejor decir, aquí no existe. no hay. sucede. suceden los acontecimientos linealmente, uno detrás de otro. parece como si lleváramos dos meses. ¡cabe tanto en una jornada afuera de los pisos!. además, al ser tantos, en un día vives muchas historias. ahora te vas solo a caminar, luego hablas con tres sobre cualquier cosa en cualquier lugar del campo (sean manzanos o alfalfa), más tarde te zambulles con siete más en el canal y dejas que la corriente y la risa te lleven, etcétera... duermes siesta, duermes varias veces al día y la noche se estira hasta bien entrada la madrugada, donde jugamos a identificar caparazones... sólo existe una acompasada palpitación, ancha, duradera... soy como uno de esos bichos gordos que vienen de antes, no te sabría decir su nombre... me doy cuenta, aquí, insisto, de la relativa importancia de lo que es poesía... después de desayunar iremos a caminar, por supuesto escogeré atravesar campos, inventaré caminos, es posible, somos posibles...
chau, bienvenid@s, hasta la próxima crónica o lo que sea...
me hizo muchísima ilusión hablar con mariano y con pepe en el programa. finalmente la conexión fue posible... por aquí, todos estamos de acuerdo, el tiempo se dilata. dura mucho más que en la ciudad. o, para mejor decir, aquí no existe. no hay. sucede. suceden los acontecimientos linealmente, uno detrás de otro. parece como si lleváramos dos meses. ¡cabe tanto en una jornada afuera de los pisos!. además, al ser tantos, en un día vives muchas historias. ahora te vas solo a caminar, luego hablas con tres sobre cualquier cosa en cualquier lugar del campo (sean manzanos o alfalfa), más tarde te zambulles con siete más en el canal y dejas que la corriente y la risa te lleven, etcétera... duermes siesta, duermes varias veces al día y la noche se estira hasta bien entrada la madrugada, donde jugamos a identificar caparazones... sólo existe una acompasada palpitación, ancha, duradera... soy como uno de esos bichos gordos que vienen de antes, no te sabría decir su nombre... me doy cuenta, aquí, insisto, de la relativa importancia de lo que es poesía... después de desayunar iremos a caminar, por supuesto escogeré atravesar campos, inventaré caminos, es posible, somos posibles...
chau, bienvenid@s, hasta la próxima crónica o lo que sea...
òscar

5 comentarios:
Òscar, ya veo que te lo pasas chachipiruli y que tendré que usar un ordenador de la señorita Pepis con wifi o lo que sea para seguir tus paseos, difícil será entre montañas.
Besos.
pasa de wifi, antonio y enchúfate a las montañas. a la vuelta nos contamos la de cabras que hemos visto...
muás!!!
òscar.
eso, eso, y nos contamos el mar bravo, el monte adentro, las afalfas, los crustáceos, la arena fina, los bosques cerrados de abetos, los gorriones campesinos, el peral, la vida bucólica y pastoril como dice òscar "fuera de los pisos".
que placer, amigos...y mariano en su villorio galego interior, ese que tranporta adondequieraquevá, pero con vistas ahí, al norte del mundo abierto.
besazos
pepe (painteur en funciones)
anda que no nos cuidamos, la virgen. a contar cabras, ea. Y mirlos, también.
y búfalos, que son menos por aquí y tan espectaculares...
muás!!!
ò.
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