íbamos por la vereda de uno de los canales, con las bicis. mi hermano, SIN QUERER, pisó con la rueda de atrás una serpiente, el animal hizo una pirueta y cayó en mis manos (yo le seguía atrás). paramos y vimos que a la serpiente no le había pasado nada. los reptiles allí son muy duros. así que la dejamos sana y salva en el arcén verde y continuamos nuestro paseo de carreras. desde entonces me gustan las serpientes pero nunca tuve ni tendré una porque prefiero que estén donde ellas quieran.
òscar
òscar

No hay comentarios:
Publicar un comentario