
a pablo y a mí nos gusta caminar. adecuo mis pasos a los suyos, él me pide que nos salgamos del camino y, claro, para mí eso es lo mejor. buena señal, siento. le explico este mundo campo con toda la intensidad de la que soy capaz, me es fácil. me gusta decirle cuando estamos ya muy lejos, que somos pequeñitos como sandías. él ríe. le digo que más con ese anorak que lleva y que yo con mi chaqueta soy un plátano chuchurrío, todo esto mientras saltamos de un campo de peras a uno de melocotoneros. volvemos a la casa cuando tarde ya vuelve a ser pronto, satisfechos por ser todo lo que sentimos. nos vemos pronto, pablete, después de córdoba.
òscar

2 comentarios:
que guapo ese paseo, no?
pepe
chulochulo!
òscar.
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