
ayer pasé la tarde y la noche sin serotonina. la vida se puso muy picuda. quería pasarme por encima, laganchuda, a toda costa. estuvo dándome durante cuatro eternas horas, subida a su apisonadora de segunda mano larga. pero yo no quise. me entró la tozudez. y ahí estuvimos las dos fuerzas dale que te pego. lo probé todo. me dejé ir, perdía el deseo y el desdeseo, los tanques y las palomas. burro burro burro, manso manso manso. trabajé mucho. mucho. nada de héroe. simpático lo que pude. lo justo. pasé lo inevitable y la fregona por mi cuadrilátero. en fin, pero eso fue ayer. vencí. hoy sigo. como el mar cuando se le muere un pez. por cierto, el pavo, dicen, tiene mucha serotonina pero no me lo voy a comer, lo prefiero con vida, eso es todo.
òscar

3 comentarios:
Me va a releer este poemita de nuestra Maillard y a recitarlo en su terraza cuando las nubes vienen negrasnegras, así espanto yo las sombras, no se van, pero me acompañan con cariño mayor.
Ver cerrarse el día.
No como un libro
sino como una faja demasiado
apretada. La niebla, alrededor,
comprimiéndolo todo.- ¿Todo?
- Todo es donde se está.
Donde se está tan sólo hay
un centro que pronuncia y escribe.
Un centro, o una esquina.
Alrededor, como la niebla,
lo demás. Irreal.
Lo vivo, abajo, inhabitable.
Oír sellarse las compuertas.
Querer sobrevivir
ha de ser la costumbre.
Chantal Maillard.
ay, gracias, antoniocoño!.
pillo el poema y ya mismo estoy en la terraza...
joder de poema, qué alivio y qué poema!.
como tú, le digo: ven ven, te estaba esperando, nos vamos a divertir... y nos divertimos, claro.
muás!!!
òscar.
ah, me olvidaba... cuando me dormí supe que esta mañana, al despertar (eso es optimismo!) tenía dos opciones para premiarme, porque me concedí un premio:
1. tomarla, finalmente.
2. no tomarla todavía.
y, claro, el premio-premio ha sido no tomarla. viva el pavo!!!.
ò.
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