
domingo. mis amigos duermen. salgo a la ciudad de nueve grados, después de la ducha. encuentro yoes que han hecho de la calle su hogar y a estas horas todavía duermen cubiertos de periódicos y noticias. ellos o ellas parecen impermeables a la mentira de papel diario. busco mi contradicción y un boliche donde tomar café caliente y un pan. alemania y córboda desayunan, desayunamos. un conductor ebrio ha chocado con un autocar en benalmádena. chantal maillard está en la mesilla de noche del hostal. no leo o leo el cielo y predigo. estoy contento y triste como el arrastre del río cercano. la poesía de papel cuenta poco. soy perecedero mientras la ciudad continúa. ¿cosmopoética?. todo es cosmopoética.
no he escrito un solo poema en esta ciudad, ella lo ha hecho por mí, cuando alguien la lea, verá que salimos en cuatro de sus versos que siguen configurando el mayor poema jamás escrito. lleva miles de años escribiéndose, como todos los demás.
no he escrito un solo poema en esta ciudad, ella lo ha hecho por mí, cuando alguien la lea, verá que salimos en cuatro de sus versos que siguen configurando el mayor poema jamás escrito. lleva miles de años escribiéndose, como todos los demás.
òscar

2 comentarios:
Óscar, me pregunto si, te pregunto si las mujeres de Córdoba siguen siendo tan hermosas como cuando yo las descubrí. En un lejano 1978, ya ha llovido. Dales algún beso de mi parte.
querido amigo, todo sigue tan hermoso allí...
besos,
òscar.
Publicar un comentario