ayer pasó una avioneta y la filmé durante 35 segundos. el cielo era de un azul intenso, salpicado de pequeñas nubes bien formadas. esta mañana he editado la película pero no soy capaz de alumbrar la idea. bien, una avioneta surca el cielo, sí, pequeña, sí, una línea, una trayectoria, sí... me quedo ahí, no avanzo. pienso en una molécula de cielo, tipo píxel, pero nada. supongo que es eso. nada sobre la inmensidad azul. una pequeña lata surcando la superficie celeste y, al no verse las dos puntas del hombre –el aviador y el camarógrafo–, tensado, además, por la ausencia de aves de la toma... entonces, puede decirse que el resultado habla del eterno yermo; como una radiografía que superpone presente y porvenir, cuando los quehaceres que nos ocupan hoy hayan desaparecido... y otra persona vuelva a ver una avioneta y la filme durante 35 segundos... la vida del yo es un milímetro, sí.
òscar

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