los automóviles tienen un ser gregario y los pasajeros y los conductores, claro. aquí sólo se salvan los autoestopistas. sólo ellos pueden hacer algo por las putas del arcén. los poetas, hoy en día, tenemos automóvil o somos pasajeros, no hay nada que hacer... salvo poner los dedos para escribir destinos alternativos.
òscar
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