me gustan las personas anónimas porque soy yo y no ellos en su seno familiar en su circuito cerrado y redondo de aire limpio, por eso mismo, porque no conozco y deseo al prójimo algo por el estilo... yo soy el prójimo, el desconocido, no ellos, que se hablan en ese idioma habilidoso de niña y anciano.
– abuelo, quiero golosinas...
– vamos. yo también.
– abuelo, quiero golosinas...
– vamos. yo también.
òscar
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