Me acosté sin cenar, y aquella noche
soñé que te comía el corazón.
Supongo que sería por el hambre.
Mientras yo devoraba aquella fruta,
que era dulce y amarga al mismo tiempo,
tú me besabas con los labios fríos,
más fríos y más pálidos que nunca.
Supongo que sería por la muerte.
oooooooo
Amalia Bautista
00000000
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pepe
2 comentarios:
Magnífico. Como todo lo que he leído de Amalia Bautista, una clásica viva de la poesía española actual.
coincidimos. una poeta como la copa de un pino.
òscar.
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