
a lo largo de la vida lo que más nos miramos son las manos, ya sea uno peluquero, podólogo, ministra, mosquetero, ebanista o ciclista. parece una obviedad, pero es que las tenemos muy a mano. además, quiromancias a parte, hacen y dicen mucho de nosotros, de nuestros noviazgos, de cómo nos relacionamos con los demás o tratamos a un perro. a mí, cuando voy a un recital poético, me gusta ver qué hacen las manos de los poetas, que, por lo general, andan algo despistadas. para terminar, vine observando que los que dicen sus versos con el índice arriba, uhm, su obra no suele gustarme... cosas mías, seguro.
òscar

4 comentarios:
Mejor cuando las manos hablan también el verso, con pudor, torpeza y aguas estancadas.
Un abrazo de letras.
mucho más interesantes cuando hablan así, marta...
besos,
òscar.
siempre me llamó la atención esa forma de dibujar enteras unas manos....y me acuerdo que miraba de cerca un grabado parecido a éste que había en casa de mi hermano...que temblor¡¡¡
pepe
intersticios donde todo se arremolina y ordena...
òscar.
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