
La chica exhibe descaradamente la belleza de su cuerpo desnudo. Mira desafiante a la cámara mientras apura una botella de refresco. La luz del flas se refleja en sus ojos. Desde el círculo de sus pupilas a la suave curva de su vientre, toda su figura está perfilada por cientos de rayas de un azul eléctrico. El de la tinta de los bolis Bic con los que Juan Francisco Casas (La Carolina, Jaén, 1976) ha dibujado una veintena de retratos hiperrealistas. "Es llamativo porque juega con la contradicción entre una técnica hiperdetallada y un medio como el bolígrafo, que no fue pensado para ello".
albert grau (hoy, en elpais.com)

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