tengo un piano de cartón en la nuca que me pesa tanto como la vida
alguien vino a tocarlo con todo el peso de la memoria
anudó las manos con su nombre de emperador romano
se durmieron los metales, las carreteras de cicatrices, el labio partido, estos pasos que me hacen barroco
me di cuenta de que todo este olor a incendio con el que me visto no es casual
y que la carne amenaza con toda familiaridad
esta música me hace pensar que hay no hay un mercado común para soledades desproporcionadas como la mía
que todo está asombrosamente afinado para que parezca casual
a salvo de cualquier fuga
sólo quiero reconocer que el tiempo me diseca con mal gusto
no habrá quejas después de esta composición
porque nadie leerá la pulcritud de un inadaptado sin cartografías
mariano

No hay comentarios:
Publicar un comentario