Lanzamos diez palabras al aire
y no volvimos a verlas caer.
Esperamos toda una tarde su retorno,
pero nos cansamos,
-como siempre, todo nos cansa-
y ya no volvimos nunca más a aquel lugar,
a la incógnita del aire y del verbo.
Ventura Camacho, Chita, De Nagasaki a Novosibirsk 2007
pepe
1 comentario:
wow!
ò.
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