es la sílaba que se pronuncia más fuerte de una palabra, gracias, profe, ¿puedo comenzar la entrada?, vale...
no señor, cuando me pongo tónico, es cuando algo me llama la atención, fugaz, y al rato y/o mucho después, me vuelve a la almendra y le doy vueltas y sale un poema, un telefonazo, un dossier, ALGO, vamos...
pero ayer caí como un ciruelo. después de pasar el camión, no transcurrieron ni diez minutos, que ya estaba en la terracita de un bar, tomando ese sabor amargo a 1,50 los 33cl.
ahora bien, hay que reconocer que esta entrada (ese "algo") es más bien floja. como un verso con rosa. si es que no sé discernir, como un cientovolando. ¿y?, qué quieres, si la imagen de un vehículo lleno de tónicas, hace tan solo cien años, hubiera sido un delirio.
òscar
2 comentarios:
ah¡ y que sería sino del enorme gin tónic, esa copa que acoge la justeza de perfume, amargor y acidez mezclados para el verano noche con limón y con hielo y que desata la lengua en su punto de risueña complicidad.
pepe
mira, como "los tres sopa" ahora mismo: risueños contigo,
mariano y yo,
besos, melón!
òscar.
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