el sol entró en la casa y quiso firmar, caprichoso, luna.
un señor que quería ser astronauta, con empeño y las horas extras, consiguió ingresar en la nasa para tomar clases en un curso intensivo para personas de naturaleza ingrávida. el primer día de clase, la profesora, que se llamaba tereshkova y había estado en dieciséis expediciones a la luna y un verano fue como turista a la otrora checoslovaquia, escribió su dirección en la pizarra, por si alguien tenía alguna duda antes de ponerse el sol (se acostaba pronto) y les dio un cuaderno de tapas blancas a cada uno de los alumnos (tres chicos, once mujeres y, por suerte, ningún can). el caso es que el señor abrió la libreta por la página tres y descubrió que había un mensaje de puño y letra de tereshkova dirigido a él. lo leyó y se quedó patidifuso.
òscar
òscar
si quieres saber qué decía la nota,
escríbela tú mism@ en COMENTARIOS
y ya decidiré cuál es el de la auténtica
tereshkova.
escríbela tú mism@ en COMENTARIOS
y ya decidiré cuál es el de la auténtica
tereshkova.
5 comentarios:
Claro, conozco muy bien a Tereshkova, el mensaje decía: floto...
gracias, catatrack!
uy... me apunto a esto. mañana te digo. qué chulo que permitas interactuar!
jo, cada día colgaría tu foto y tus versos en mi blog, me gustan taaaanto! pero entonces el blog no sería el mío!
sin el otro no somos.
y tu blog es un cañonazo de palabras muy singular para nosotros.
muás!!!
òscar.
en efecto, el mensaje decía: FLOTO.
besos,
òscar.
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