Imaginemos a un norteamericano, alto, rubio, estrella del deporte, conocido en todo el barrio, amable, buena persona. Este es Seymor Levov, “el Sueco”, judío de nacimiento para más señas. Norteamericano perfecto, ejemplo del manido “sueño americano” que culmina casándose con Miss New Jersey y haciendo prosperar el negocio paterno. Todo es perfecto en la vida de El Sueco hasta que un día su hija adolescente pone una bomba en la oficina del tranquilo pueblo en donde habitan, matando a una persona.
philip roth
No hay comentarios:
Publicar un comentario