ella, todos los días, se interesa por mi trabajo en este blog. y, claro, como por suerte la cago tantas veces, opta por una crítica suave. sin capacidad de enmienda, prefiero cien volando que una en la mano, no aprendo y me equivoco gustosamente una y otra vez. y quedan sus cien mariposas revoloteando la estancia en muestra inequívoca de amor. en fin, gracias, procuraré la sensatez, pero no sé dónde.
òscar
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