
Estaban sonando lo trenes
en la estación, indefensos,
sin locomotoras, dormidos.
entré titubeando en la aurora:
anduve buscando secretos,
cosas perdidas en los vagones,
en el olor muerto del viaje.
entre los cuerpos que partieron
me senté solo en el tran inmóvil.
era compacto el aire, un bloque
de conversaciones caídas
y fugitivos desalientos.
almas perdidas en los trenes
como llaves sin cerraduras
caídas bajo los asientos.
pepe
Pablo Neruda, Sueño de trenes, Estravagario 1958
pepe
pepe

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