
la campiña marina
Al abrir la ventana, que da al mar, la fragancia del campo florecido confunde los sentidos, los trasvasa. La campiña marítima se extiende en plena ebullición transformadora. Espacio recién hecho, deslumbrante de los campos marinos verdecidos: los bosques oceánicos, las selvas de las altas mareas vegetales, los árboles de luz, prados acuáticos, oleajes de alfalfa, los sembrados de espuma, los trigales salineros, hierbas azules, verdes olas fértiles. Al abrir la ventana, que da al mar, florece la llanura luminosa, atlántica campiña interminable, marejadas praderas insulares, las gavias salitrosas cereales. Abierta la ventana, de la luz la playa corre abajo solitaria caminada descalzo cada día.
manuel padorno , el oleaje 2004
pepe
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