Contrastes

Contraste 1

El País, sábado 1 de septiembre - Sección de cultura

Página 38. Noticia sobre el nombramiento de Borja-Villel, director del Macba, como presidente del Comité Internacional para Museos y Colecciones de Arte Moderno. Recientemente también fue nombrado presidente del jurado de la Bienal de Venecia. Un catalán en la primera linea del arte contemporaneo mundial.
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Página 39. Manu Chao saca nuevo disco. Músico cuyo trabajo respeto y me gusta, pero que sigue repitiendo las mismas obviedades ("Nuestra democracia es débil, porque votamos a políticos, personajes que cada vez tienen menos poder de decisión", comenta este músico descubridor de la sopa de ajo) y parece que musicalmente es más de lo mismo. Quizás tenga que tomar más nota de los trabajos que produce.
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Contraste 2

En el mismo periódico, un lector en la sección de cartas al director recuerda la figura de Tete Montoliu, uno de los mejores músicos de jazz que ha dado nuestra querida república. A pesar de eso, el contraste: diez años después de su muerte, hay un olvido generalizado del mundo de la música alrededor de esta figura, que triunfó y tocó con algunos de los mejores músicos de jazz de su época, como Chick Corea, Paquito d'Rivera, John Coltrane, Dexter Gordon, Stan Getz o Chet Baker. Y mientras aquí sigue siendo un reto encontrar algunos de sus más de 100 discos editados, otras discográficas extranjeras, como la danesa SteepleChase, siguen reeditando sus trabajos. Sólo la Fresh Sound barcelonesa parece que se atrave a publicar discos de este genial músico.

Lover man, de Joan Margarit

Desde el sótano llega hata la nieve sucia
un sonido dorado. La noche es fría y triste
si no arde con la droga y la bebida.
El saxo acompañado por la batería
posee la dureza de una música
que muere al alba, cuando se retira
como una afectuosa prostituta.
Baudelaire escuchó la melodía
de Parker en su amante de piel sepia.
De la belleza forma parte el mal.
Por ello Parker deja en esta pieza
que el saxo continue tras la sombra
de una mujer que baila con los ojos cerrados
y abrazándose a nadie en la tiniebla.

Pues eso, que seguimos siendo un poco cutres, y tenemos una particular manera de entender la importancia de las cosas.