esta mañana la he dedicado por entero a repasar los poemas para el día 16. cogí el libro de julio ramón ribeyro, "prosas apátridas", y he jugado a buscar similitudes. sonrío por la goleada encajada.
he comenzado a recitar, a llevar a la boca mis poemas hechos para la ocasión.
ahora que veo el pajarito de la portada de ribeyro, no me extraño al escribir que decir poesía no es sino hacer como atienden las mamás pájaro a sus polluelos, regurgitar lo que está adentro y vino de una experiencia vital afuera, sin distinción de capas.
además, a eso de las doce, me dediqué a preguntar que dónde estaba yo. dónde estás, pequeño. en un < < f f brutal.
òscar
bien, sirva este ejercicio como una negación sobre la idea de separación de tiempo y fulminación del mismo. no, amigos, el tiempo es mentira y no me quitará esta pequeña razón corazonada.
por lo demás, no, si tenían intención, el próximo día 16, de acudir a la lectura de poemas que diremos en la llibreria nollegiu, mejor hagan otras cosas, dedíquense a otros menesteres.
òscar
No hay comentarios:
Publicar un comentario