el sofá tiene cuatro días. vamos acomodándonos. ya no es un cuerpo extraño en la casa. de a poco, reconocemos mutuamente nuestras formas. mi primer sofá lo tuve a los veintiséis años. lo mejor que puedo hacer por él, acaso, sea decirle cómo es tener un gato encima.
eres bienvenido.
òscar
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