en itineraris, un programa de música que hicimos julio y yo en la radio la pusimos en onda muchas veces y siempre había motivo para quedarse mirando las musarañas, sólos al escucharla. luego vino el éxito y las giras y las estancias de descanso en cabo verde, su lugar y su casa, país pobre, ruta esclava de paso a las antillas.
después los discos con viejos músicos cubanos, con tata güines, frank emilio, orlando valle, y con unos de los cantantes que más me gustan de ese estilo -fué su director musical-, teófilo chantre. ahora escucho miss perfumado: sodade, morabeza, tortura. una extraña sensación de tiempo huido y de lentitud en un paisaje de playa quemada.
por suerte hay cantantes como mayra andrade que siguen la estela de cesària, que recogen sus señas y las envían otra vez al mar para cruzarse con otras músicas distintas, de baile y carnaval, de añoranza al dejar la tierra de una, de noches enteras de taberna escuchando el mar.
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