Heráclito llorando, por Hendrick ter Brugghen (1628).
nunca he tenido perfil en facebook. será por una mezcla de pudor, autoimposición, pereza y esa contradicción íntima entre la necesidad de exhibirme y su orgulloso contrario: guardarme de la mirada de los otros. tenue frontera entre lo privado y lo público, que se ha borrado en el ya viejo foro del espectáculo de vivir.
con el blog siento que me basto y sobro para continuar el curso de los días inciertos. aunque sé que somos seres hablantes que necesitamos del cuchicheo, la anécdota, la risa y el golpe de gracia preciso contra la desgracia. aunque estemos solos tecleando con dos dedos y la plaza hoy esté vacía y aquí dentro suene la guitarra eterna de pepe habichuela.
pero también entro muy a menudo en el río continuo a través de sopa, el perfil compartido con mis bróders mariano y òscar para no bañarme dos veces en la misma corriente, como decía heráclito de éfeso: "en un río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]".
de esas zambullidas consigo extraer no sólo musgo, restos de corteza de árbol y de hojas deshechas, sino piedras relucientes y algunos días hasta peces brillantes que se escabullen entre mis dedos pero que dejan un fogonazo de luz en la pantalla: imágenes, poemas, notas, bullicio, fragmentos de interior.
de entre esos restos traigo una cita de marcelo cohen publicada por tropo editores, en donde suelo encontrar casi diariamente motivos de alegría para pensar distinto a ayer.
pepe
4 comentarios:
No necesitas Facebook, Pepe I el Magnánimo y Sabio. Ni falta que te hace. Con entradas como ésta vas sembrao.
Besos.
gracias,anónimo. tómate algo, amigo.
o mejor, nos lo tomamos a dúo.
besos
pepe
Que era yo, Antuan, el anónimo. Nos tomamos algo, sí. Ya ves que con las máquinas estas soy un desastre.
hosti, si es antuán!
invito yo, bróder.
pepe
Publicar un comentario