‘Mascaritas’, una sátira “producto del azar”
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. O casi. En
Mascaritas (Rúbrica Editorial), Jordi Solsona traza una sátira política
ambientada en una ciudad que se asemeja bastante a Santa Cruz de
Tenerife.
La historia se inicia en una Nochebuena, en un burdel de lujo de la
supuesta capital tinerfeña. En las viñetas, dibujadas por Ramón
Hernández, aparecen las siglas del Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), el Partido Popular (PP) y Coalición Canaria (CC), con personajes
que son clones de Paulino Rivero, Miguel Zerolo y un tal Segovia
(Soria).
En esta adaptación de la obra teatral Baile de títeres (1936), de
Ramón Vinyes, salen a relucir “las conductas que revelan el lado oscuro
de la naturaleza humana”. Desarrollada en el patio trasero de un
Ayuntamiento, la acción presenta a la clase política “en su vertiente
más destructiva”. Por contraposición, escribe Solsona, la inocencia se
erige en protagonista. “El joven con alas que viene al mundo en ese
burdel-ayuntamiento muy pronto conocerá de qué están hechos los seres
humanos y cómo ciertos políticos no son ni mucho menos los más dignos
representantes de la especie humana”.
Mascaritas es “un producto del azar y mi ignorancia”, subrayó. “La
encontré en un paseo por las librerías de viejo de Barcelona. Ahí me
esperaban Vinyes y su Ball de titelles. Un libreto, perforado por la
polilla, que me costó seis euros”. Lo leyó en el avión de regreso a
Tenerife y al instante supo que iba a hacer algo con ella. “La obra
original denuncia el conflicto entre la sociedad y un ideal”, expuso su
autor.
Ramón Vinyes era un escritor catalán exiliado en Colombia, donde
Gabriel García Márquez se arrimó tanto a él que lo representó en la
célebre novela Cien años de soledad como el sabio librero catalán que
había leído todos los libros.
Procedente de Barcelona, Jordi Solsona posee el título de Psicólogo
de la Escritura y el máster de Trainer en Programación Neurolingüística
(PNL).
En 2002 se instaló en la Isla. Aquí imparte talleres y seminarios de comunicación. También ha hecho sus pinitos como crítico y autor de teatro. En 2011 crea la marca Bifluxus, que enmarca sus actividades
En 2002 se instaló en la Isla. Aquí imparte talleres y seminarios de comunicación. También ha hecho sus pinitos como crítico y autor de teatro. En 2011 crea la marca Bifluxus, que enmarca sus actividades
Por su parte, el ilustrador tinerfeño Ramón Hernández se adentró en
el mundo del arte con la banda musical Niño Chácara. Actualmente prepara
su primera creación literaria.
domingo negrín. diariodeavisos.com
òscar
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