Esta noche no, al menos. No esta noche. Gira ahora la espalda
para cantar, desconecta los focos y atranca la puerta
a las tardes noches de comida frita en mantequilla.
Tiempo para ti sola
y para el chasquido de la tetera, échalo, remueve el día,
déjalo que oscurezca como un ángel errante. Y respira
la bergamota, el zumo de las frágiles hojas que deseas
volver a estrujar contra tu lucidez, o teje un vestido
en el que crujir durante la sequedad de las noches de tormenta.
Resuenas hasta la saciedad, como la negación del zorro
a fallecer en los exteriores de todos los mercados
en los que envejecen piezas de carne y fruta. Bebe,
que ardan tus labios. Una vez abrasada por este planeta caliente,
al escuchar su giro, serás esa cosa rara,
un oyente. Que las polillas inunden el mercado
y mastiquen tu ciudad, no vas a ningún lugar esta noche.
No esta noche. La estela de los aullidos del zorro,
enfría sus mejillas con un plástico viejo.
Las uvas se pudren con suavidad en la cuerda.
Annie Katchinska, Bergamota
pepe
2 comentarios:
¡Qué descomunal es Annie Katchisnka!
espléndida, sí!
pepe
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