
ayer me lo pasé bien. porque sí. porque se estaba bien. porque se presentó la tierra prometida, de maillard. porque estuvimos allí y todos participamos, todos. además, hainuwele y otros poemas ya salió.
porque fui con pepe y con mariano y tardamos cuarenta y cinco minutos en ir desde el prat a la librería. porque conocimos a bashevis. porque vinieron ezpeleta y laia, por estar con virginia, lola y antonio. por chantal. por lo que dijo. porque a la vuelta coincidió que fabi salía de donde va a estudiar por la tarde y pasamos a buscarla, a ella y a dos compañeras más. porque antonio r. me acarició el lomo y me despeinaba. por la complicidad.
por los animales.
porque esos animales que se nombran nos dan una nueva oportunidad y es mucho más bestia de lo que pudiera parecer a simple vista o como se diga.
porque no es únicamente lo que dice el libro sino por lo que hace.
porque me encantaron las ilustraciones y el brevísimo y certero discurso de joan cruspinera. y el etcétera de la mesa de invitados.
el público, una vez más, sabe –sabemos– que asistir a una presentación de un libro de chantal maillard es una muesca en cada una de nuestras biografías, un yo estuve allí... algo que sigue en el objeto y su lectura, materia infinita...
muchas gracias, chantal.
por los animales.
porque fui con pepe y con mariano y tardamos cuarenta y cinco minutos en ir desde el prat a la librería. porque conocimos a bashevis. porque vinieron ezpeleta y laia, por estar con virginia, lola y antonio. por chantal. por lo que dijo. porque a la vuelta coincidió que fabi salía de donde va a estudiar por la tarde y pasamos a buscarla, a ella y a dos compañeras más. porque antonio r. me acarició el lomo y me despeinaba. por la complicidad.
por los animales.
porque esos animales que se nombran nos dan una nueva oportunidad y es mucho más bestia de lo que pudiera parecer a simple vista o como se diga.
porque no es únicamente lo que dice el libro sino por lo que hace.
porque me encantaron las ilustraciones y el brevísimo y certero discurso de joan cruspinera. y el etcétera de la mesa de invitados.
el público, una vez más, sabe –sabemos– que asistir a una presentación de un libro de chantal maillard es una muesca en cada una de nuestras biografías, un yo estuve allí... algo que sigue en el objeto y su lectura, materia infinita...
muchas gracias, chantal.
por los animales.
òscar
13 comentarios:
y yo no estuve allí. amando tanto a los animales, no estuve allí.
y lo siento.
¡cómo que no!
¡no ni poco!
tú amas a los animales, en paradela, en cualquier sitio...
así que sí que estuviste, ya lo creo...
animales, plantas,...
todos lo sabemos, tú nunca faltas...
por eso te lo agradezco un montón...
besazos,
ò.
Òscar, donde no me llegan las palabras tu animalidad reconoce las huellas, los trazos para abrirse paso entre la hojarasca e internarse en el bosque.
Es así como lo cuentas. Un momento de intensidad en el que germinar-ahí. Plantarse bambú en el pecho. Desalojar los contenidos triviales y deponer la actitud egoica. Desafiar desde el grito, insignificar con el el grito. Incluso estas palabras están atravesadas por el ritmo de ayer, por la atmósfera de ayer y la denuncia, por los animales que irrumpen y nos interpelan.
Ya contarás de Hainuwele (o no contarás, olfatearás, hurgarás con hocico húmedo). Ese libro me ha dado ganas de rezar, pero una oración pagana, a los dioses de los animales, los dioses-animales de animales antiguos y remotos, ya extintos, que velan el sueño de los vivos. Y es una oración estremecida, y se llora en ella, pero sanamos.
abrazos
Mariajesus estaba allí, evidentemente. Siento que ella era ese animal maravilloso: el "picozapato" o el "petrel de más afuera".
fue un acto hermoso continente de pequeñísimos gestos, casi desapercibidos, que pertenecían a un colectivo mayor, al universal animal y, por eso mismo, a todos y cada uno de los animales que allí se hicieron, se dijeron (a los que no también) para desde ahí mismo, desde el animal mismo, comenzar a contar de nuevo, con esa mirada de animal "uno", lo que es, en sí misma, la vida, esa cadena necesaria, en natura, que no aprieta ni ahoga, estorbando el hombre como estorba...
del agua al pasto al árbol al pájaro a la mano a la boca al gusano a la caricia...
no, no se trata de desproporcionar una presentación de un libro, es cómo vivimos, lo que ahí nos atañe...
agradezco tanto tus palabras...
besos
claro que maríajesús estuvo allí...
ò.
sí que si hay alguien que estuvo ahí aun sin estar, en su pura animalidad, es maría jesús, que ha elegido vivir con los animales.
es hermoso lo que dicen, sí, eso de que no se trata de presentar un libro, sino de compartir un modo de vivir, una manera de estar en el mundo.
besos agradecidos,
M.
"plantarse bambú en el pecho" ... "comenzar a contar de nuevo ... la vida ... esa cadena necesaria que no aprieta ni ahoga".
las catedrales están en realidad dentro de algunas librerías y algunas palabras, como éstas, no son para decirlas, sino para rezarlas.
besos,
M.
mariel, muchas gracias por tu generosidad que hace que sintamos más preciosas las vivencias y más precisas las palabras, vividas también...
mmmuás!
ò.
ayer me lo pase bien. porque sí. porque se estaba bien. porque se presentó la tierra prometida, de maillard. porque estuvimos allí y todos participamos, todos.
porque fui con Leire y tardamos una hora y cuarto en ir desde urgell a la calle mallorca. porque de camino entramos a una librería llamada “oryx” que decía ser para amantes de la naturaleza, y vi cosas curiosas ahi. porque por fin salí del barrio, y di un bonito paseo por una zona que no conocía bien. porque me tome una birra fresquita antes de entrar a la central. porque conoci a Ó, y no se me hacia un extraño. por chantal. por lo que dijo. porque al acabar volvimos con calma, y tomamos unas cervecitas en paz con l@s amig@s. porque compramos y cenamos fideos chinos con verduritas, y estaban muy buenos.
claro, sin duda, porque vi a antonio r. que hacía tiempo que no le veía, y sigue como siempre, hermano. por que no sabía muy bien de que se trataba el artefacto, ni me imaginaba que Ò y Antonio fueran a hacer tan bella aparición. por la complicidad. porque cuando salieron a escena cada uno lo hizo a su manera, y se veía luz en el “Antonio a la espera”, sonreía, disfrutaba. porque Ò alzo la voz, abrazo a los nombrados y no se me hacia un extraño.
por los animales.
porque esos animales que se nombran nos dan una nueva oportunidad y es mucho más bestia de lo que pudiera parecer a simple vista o como se diga. porque intuía lo dicho ayer, el abrazo, pero ayer se hizo patente, y me llego mas fuerte porque hace un tiempo que busco insistente ser consecuente. y siento imperiosa llamada de amor, admiración y respeto… cuando los veo en todos lados.
porque no es únicamente lo que dice el libro sino por lo que hace. porque nunca había visto a Maillard, y antes de ver a los aquí presentes, me la cruce por las escaleras y entonces supe que si; estaba a salvo, entre bestias.
por los animales. Sin duda, por los animales.
abrazos pa todos
joder, bash, qué animal eres!
muchísimas gracias por este escrito-acto, muchísimas!
joder, ahora me doy cuenta que no nos despedimos, ah, claro, es lógico no despedirse, siempre estamos de hola, recibiendo al otro...
gracias otra vez
besos,
ò.
Qué conmovedor relato de acontecimientos, Bash...
Y un pequeño detalle: pese a sus 22 años bien plantados y su generosa barba de mormón, he corroborado que, como sospechaba, Bash es el abuelo de Òscar. Y Òscar, el peque...
abrazos
Bash: te adoro, desde la primera línea-gesto que te leí. por tu sensibilidad y por tu furia, entre otras cosas que no sé explicar.
besos,
M.
"porque nunca había visto a Maillard, y antes de ver a los aquí presentes, me la cruce por las escaleras y entonces supe que si; estaba a salvo, entre bestias".
¡Magnífico!
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