el arte del diálogo

pues no, hoy no aparecen borricos, ni chimpancés, ni otras especies del mundo animal aquí. hoy se trata de recordar a nuestros amables oyentes, amigos y admiradoras que un diálogo profundo a la par que elevado, riguroso en el fondo y fluido en la forma, sin expresiones malsonantes ni palabras soeces que adornen malamente la conversa, es el que espero mantengan en ocasiones como la de esta noche mis compañeros de sopa. a veces -he de añadir, que en contadas ocasiones- mariano y òscar se me representan como dos sabios poetas, dos filósofos eximios, tal que un platón y un aristóteles juntos en la cima de su esplendoroso arte. quede constancia de ello.

pepe (asombrado)