
después de varios ratos en la puta calle en medio de este clima decididamente subtropical -comprar en el condis, esa caixa sempiterna y otras hierbas matinales- he pasado un momento por la arradio para hablar con laura. estaba david miquel y hemos empezado a charlar de libros...de voltaire, y de borges, de lo leído en verano, de baroja y sus novelas del mar, y de ahí -dando varias vueltas de tuerca en alfonso reyes, sender, pedrolo, garcía calvo- hemos llegado a cunqueiro. o al revés. hace rato que voy en busca de este libro y no lo encuentro, descatalogado quizá, o perdido en almacenes aledaños a autovías polvorientas. resulta que david lo tiene en casa y me lo traerá la semana que viene. que punto! además siempre es un placer hablar con él de estas y otras cosas, claro. ahora me voy a comer con encarna al ona. en bici y con ventilador incorporado o algo.
ooooo
pepe
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